Ruta: Komodo National Park
Los estrechos canales entre las islas de Komodo y Rinca, que conectan el Mar de Flores con el Océano Índico, producen poderosas corrientes de marea. Estas corrientes aseguran un continuo intercambio de aguas y nutrientes entre el mar interior y el océano, actuando como grandes embudos que canalizan estas fuerzas y mantienen las aguas de Komodo ricas y bien nutridas.
Esta dinámica, junto con la ubicación privilegiada de la región en el corazón del Triángulo de Coral, crea un ecosistema excepcional. Las aguas cristalinas de la zona ofrecen visibilidades de más de 30 metros, lo que favorece una vasta biodiversidad y permite la proliferación de especies inusuales como el pejesapo gigante, pulpos mimos, peligrosos pulpos de anillos azules, cangrejos porcelana, gambas decoradas, peces pipa fantasmas y especies endémicas como la manzana de mar.
Los fondos marinos están densamente poblados de vida fija y presentan una gran diversidad de paisajes submarinos. Las inmersiones en Komodo pueden variar desde escenarios que evocan los muros cubiertos de corales blandos del Mar Rojo hasta los arrecifes de agua fría del Mar del Norte. Debido al alto nivel de protección que recibe este Parque Nacional, la región también es hogar de una abundante población de peces, con enormes cardúmenes de carángidos, roncadores y mariposas, así como frecuentes encuentros con grandes pelágicos y especies de gran tamaño como mantas, tiburones de arrecife y los raros tiburones bambú.
Con más de 50 sitios de buceo, Komodo se destaca como uno de los destinos de buceo más enriquecedores de Indonesia y del mundo, gracias a su rica biodiversidad y excepcionales condiciones submarinas.